jueves, 8 de mayo de 2008
El mantenimiento correctivo puede agruparse en dos clases:
Mantenimiento rutinario
Mantenimiento de emergencia
El mantenimiento rutinario es la corrección de fallas que no afectan mucho a los sistemas.
El mantenimiento correctivo de emergencia se origina por las fallas de equipo, instalaciones, edificios, etc., que requieren ser corregidos en plazo breve.
En el medio latinoamericano institucional y empresarial prevalece, por desgracia, este tipo de mantenimiento correctivo.
Acciones en el mantenimiento correctivo.
Primero se deben realizar acciones inmediatas para reencauzar la condición u operación. Una vez iniciada se debe empezar en cuanto sea posible la toma de decisiones sobre acciones mediatas que conduzcan a la solución del problema.
Las condiciones resultantes del primer grupo de acciones son de carácter temporal. El segundo grupo de acciones debe conducir a soluciones tan permanentes o definitivas como sea posible.
Cuando existe un buen mantenimiento no debe haber fallas repetitivas que provoquen situaciones de emergencia.
A continuación se muestra el proceso descrito, mismo al que se denomina acción de pinzas.
Acción de pinzas.
A fin de aclarar lo expuesto anteriormente se dan algunos ejemplos:
Cuando una persona con dolor de muelas recurre a un dentista, el médico lo seda (solución temporal) e inicia un tratamiento (solución permanente) para que la muela no vuelva a doler.
Cuando una persona tiene una herida grave, primero debe detenerse la hemorragia con un torniquete (solución temporal) y trasladar al herido a un hospital, en donde iniciarán acciones y tratamiento para curarlo (solución permanente).
Lo más importante a todo esto es cobrar conciencia de que las soluciones temporales son precisamente eso: temporales.
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